Explotando mi corazón,
por si no lo sabes,
¡Oh! la más hermosa
de las mujeres,
¡Oh! la más linda
y mía:
es entre lo traslúcido
de la más pura miel,
que pastoreas los cabritos
hasta los límites de la
tienda
de éste, tu alegre pastor.
Las
potricas del carro del Faraón,
las graciosas sílfides
del amor,
te comparo, te veo y siento,
¡Oh! querida mía,
¡Oh! encanto de jovencita.
Ardiente
es tu rostro,
sonoro tu modo de ser
mucha armonía, hermosura,
sí
Entre los collares de tus senos,
te haré adornos de oro,
te cubriré de diamantes.
Todo incrustado en sueños
¡Todo!