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Quien
desprecia, comprar quiere.
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Quien
anda con buenos, parece uno de ellos.
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Quien
destruye una colmena, no espere una cosa buena.
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Quien
desea aprender, pronto llegará a saber.
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Quien
se alegra del mal del vecino, el suyo le viene de camino.
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Quien
te cuenta las faltas de otro, las tuyas las tiene a ojo.
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Quien
un mal hábito adquiere, esclavo de él vive y muere.
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Quien
vale mucho hace mucho.
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Quien
canta, su mal espanta.
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Quien
al cielo escupe, en su cara repercute.
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Quien
con lobo anda, a aullar aprende.
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Quien
tiene bestia y anda a pie, es más bestia que él.
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Quitando
la piedra, se quita el tropezón.
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Quien
al escoger, mucho titubea, lo peor se lleva.
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Quien
anda en malos pasos, en uno quedará atascado.
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Quien
destruye un hormiguero, no es hombre bueno.
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Quien
quiere y no puede, gran mal tiene.
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Quien
supo esperar, llega a triunfar.
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Quien
tiene pies, de cuando en cuando da traspiés.
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Quien
va a la feria, lo cuenta a su manera.
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Quien
va pasito a pasito, llega descansado.
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Ratón
que sólo conoce un agujero pronto cae del gato en el garguero.
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Raras
veces es mal año en campo bien sembrado.
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Rebuzné
una vez, y como burro quedé
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Recibir
mal por bien, todos los días se ve.
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Resbalón
y tropezón, avisos de caída son.
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Sólo
los necios y los tontos tiran piedras a su propio tejado.
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Sabe
más el loco en su casa que el cuerdo en la ajena.
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Se
comió mi pan, y se cagó en el portal.
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Sobre
gustos no hay nada escrito.
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Si
no puedes lo que quieres, quiere lo que puedes.
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Si
quieres tener buena fama, no te dé el sol en la cama.
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Se
dice el pecado, pero no el pecador.
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Soplar
y sorber, no puede ser.
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Siempre
que llueve, escampa.
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Si
quieres que te siga el can, dale pan.
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Si
dices las verdades, pierdes las amistades.
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Si
miras mucho atrás, a ninguna parte llegarás.
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Si
quieres buena fama, que no te dé el sol en la cama.
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Si
tu vecino te alaba y felicita, en algo te necesita.
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Si
sale cara, gano yo; si sale cruz, pierdes tú.
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Saber
poco obliga a mucho.